La tensión política y social creció en California, luego de que el gobernador demócrata Gavin Newsom acusara al presidente Donald Trump de tomar medidas propias de un «dictador».

Trump describió el domingo a la ciudad angelina como un sitio invadido y ocupado por “inmigrantes ilegales y criminales», y subrayó que las manifestaciones desencadenadas por las redadas masivas de migrantes “fortalecen” su determinación de deportar.

En paralelo, este miércoles el primer ministro británico, Keir Starmer, calificó la reciente ofensiva israelí de «atroz, contraproducente e intolerable».

Los sindicatos destacaron la alta participación y anunciaron que las movilizaciones continuarán para exigir mejoras en servicios públicos.

Miles de personas apoyaron a los dos candidatos que se enfrentarán durante la segunda vuelta, el próximo 1 de junio.

La protesta fue convocada por la plataforma «Vecinas y vecinos de los barrios y pueblos de la Comunidad de Madrid».

Desde ambas CTA se alertó acerca del esfuerzo por disciplinar al movimiento laboral mediante la precarización y los despidos, reafirmando así el compromiso de permanecer en las calles hasta que el gobierno nacional tome en cuenta las exigencias del pueblo trabajador.

Miles de empleados de la industria bananera se han unido a las manifestaciones en contra de las reformas a la seguridad social, al tener en cuenta que impactarán en las pensiones de los panameños a largo plazo.

El Alto Consejo de Estado emitió un comunicado instando al Gobierno de Unidad Nacional, liderado por Dbeibeh, a dimitir en 48 horas.

Los conflictos se intensificaron en Trípoli durante la noche del martes al miércoles.  Posteriormente, en la capital de Libia se implementó el pacto de cese de fuego, sin embargo, los enfrentamientos persistieron.